domingo, 30 de agosto de 2009

6. Mar

El viento comenzó a soplar más fuerte. Los gélidos glaciares crujían, parecía que de un momento a otro se fueran a derrumbar.
Aquel mar helado era lo único que tranquilizaba al zorro blanco. Por más que intentara adaptarse a otros lugares, por más que intentara controlarse, siempre acababa volviendo, volviendo a su cueva. Donde poco a poco, fue modificado, donde comenzó su nueva vida.
Su naturaleza depredadora se hacia aun incontrolable.
- Vamos, no queda mucho tiempo.
Johann posó su mano sobre el hombre del zorro, animándole a entrar.
El zorro hecho una última mirada a su alrededor, se volvió, y se adentro. No tenia más remedio. El experimento, aun estaba incompleto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario