domingo, 30 de agosto de 2009

13. Amigo

- No puedo controlarlo.
- Si que puedes. Confío en ti.
- No puedo, sin las pastillas y la terapia él es más fuerte, pero tomar las pastillas es transformarme en un doble suyo. Deberías dejarme. No tiene remedio. Lo mejor será que me olvides, y sigas con tu vida.
- Llevamos demasiados años siendo amigos, como para que me digas eso. Me decepciona que pensaras que te dejaría ir así como así.
- Eso es que solo te intereso científicamente.
- Yo no he dicho eso, si es cierto que tu caso me ayuda, pero nuestra amistad esta por encima de la ciencia. Quiero ayudarte. Pero él, no nos deja. Y como sigas dejando que haga lo que quiera, tarde o temprano acabará contigo. Y acabará para siempre. Te dominara por completo y yo ya no podré hacer nada.
- No dejes que eso ocurra. Destrúyelo.
- No puedo destruirle. Destruirle a él, es destruirte a ti. Tienes que controlarlo, él forma parte de ti. ¿Estas preparado?
- ¿Para qué?
- Para esto – acto seguido Johann le propinó un puñetazo en la cara a Kristopher.
- Ufff, me has pillado desprevenido y me ha dolido.
- De eso se trata, el dolor y la impotencia hace que él salga. Una vez notes que empieza a salir, detenle, quiero hablar con los dos.
- ¿Con los dos? ¿Y si no sale bien? ¿Y si no quiere salir solo para fastidiarme?
- ….
Los puñetazos y los golpes iban y venían.
Solo se sintió la malévola risa de Donovan. – No lo conseguirás, no, si cae inconsciente, ¿y sabes que?, hoy no me apetece ver vuestra patética cara – Johann consiguió ver el brillo de los ojos de Donovan en los ojos de Kristopher, pudo cogerle del cuello en ese preciso instante, pero Donovan de una patada lo tiró al suelo. Aquella oportunidad se desvaneció. Se ha ido.
Kristopher chorreaba sangre por al boca, respiraba entrecortadamente.
- ¿Ves? Sabía que hoy no querría salir.
- ¿Y por que no me has detenido?
- Había que intentarlo, ¿no? ¿Amigo? – mientras escupió sangre.
Johann se levanto corriendo, soltó los grilletes, y Kris cayo desplomado sobre él. Los dos amigos se fundieron en un largo abrazo.

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